Glampings en Ko Muk

Kritt es un anfitrión increíble. Siempre disponible y contestando enseguida por Whatsapp. El resto del equipo siempre intentando que todo estuviera perfecto. Café soluble siempre disponible en recepción en modalidad de autoservicio. Todas las habitaciones tienen algún ángulo, bien desde la habitación o la terraza, donde se ve el mar. Ojo, la playa que da al hotel no es para bañarse, aunque la vista es muy bonita. La excursión que contratamos (Cueva Esmeralda y Koh Kradan) es imprescindible, no puedes dejar de hacerla. También puedes alquilar motos, porque aunque puedes visitar toda la isla andando, con mucho calor es mucho más agradable. Como cortesía por la mañana a veces el hotel nos sirvió algo que, unido al café de la recepción, podíamos tomar en la terraza por la mañana. Era muy agradable. En general, toda la gente en la isla es increíblemente agradable y están encantados de ayudar. Una anécdota: cuando salimos de un restaurante nos dejamos una mochila y uno de los empleados cogió su moto para alcanzar el tuk tuk donde íbamos y devolvérnosla en medio de un chaparrón tremendo.

El dueño “Yay” es muy buena persona y te ayuda con todo lo que necesites.

Espectacular ubicación y comidas. Playa épica y desayuno genial.